Cuando el ciclismo y el windsurf se encuentran: el arte del beach racing
Cuando se piensa en Filip Meirhaeghe, inmediatamente vienen a la mente el ciclismo de montaña y su medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Sídney. Sin embargo, este flamenco oriental domina varias disciplinas. "Una vez estuve en el podio del Campeonato de Bélgica de Madison", comenta con una sonrisa. Y también tiene una conexión con el beach racing. En 2001 ganó la prestigiosa Beach Endurance en De Panne, conocida como "la madre de todas las carreras de playa".
Salida masiva
Todo depende entonces de la dirección del viento. “El viento juega un papel crucial. Con viento a favor, se alcanzan velocidades de más de 50 kilómetros por hora. Contra el viento, no se superan los 30 kilómetros por hora. Si recorres esta ruta, te tomará una hora de ida y dos de vuelta (o al revés).” Daan Soete lo confirma: “Hoy vengo desde Oostduinkerke, y avanzar contra el viento ha sido todo un desafío.”
Abanicos
El ex ciclista de montaña analiza la arena con ojo experto y examina las marcas de los neumáticos. “Siempre hay que buscar la zona donde la arena es más compacta. Allí se puede ahorrar energía. A veces es necesario buscar un poco, porque la arena se compacta más cerca del agua, pero demasiado cerca tampoco es bueno. La franja ideal está en algún punto intermedio.”
Las bicicletas llaman naturalmente la atención. En el Campeonato de Bélgica es obligatorio comenzar con una bicicleta de montaña, pero se permite el uso de un manillar curvo específico para el beach racing. El ancho mínimo de los neumáticos debe ser de 40 milímetros. Tras pruebas exhaustivas, Daan Soete optó por nuestra Probe RS. Junto con nuestro mecánico Karel Lenaers, configuró completamente la bicicleta con un manillar de carrera y neumáticos específicos para arena.
0,7 bar
En los rompeolas, Soete se acerca a los bordes de las llantas. “Hay una diferencia entre los tipos de rompeolas. En otras partes de la costa son muy cortos y peligrosos, mientras que en Bredene son más largos y transitables. Es como una gigantesca tabla de lavar extendida a lo largo de la costa”, comenta. “Y aun así, cada año hay accidentes. Muchas clavículas se han roto en estos rompeolas”, recuerda Meirhaeghe.
Con su decoración minimalista, su estrategia de carrera única y sus bicicletas específicas, el beach racing se distingue de otras disciplinas. En los últimos años, estas competiciones han experimentado un auge y el deporte está en alza. Muchos ciclistas profesionales también se han aventurado en esta disciplina. “Y hoy en día incluso se ven imágenes de las carreras en la televisión”, añade Meirhaeghe. “Pero si el domingo veo a Daan liderando cuando no es necesario, tendré que darle un pequeño tirón de orejas”, concluye con un guiño.