Bélgica
Las carreras de bici desempeñan un papel importantísimo en el patrimonio y la cultura belgas. Basta con caminar por cualquier calle de Bélgica un domingo por la tarde y echar un vistazo a una ventana escogida al azar. Lo más probable es que haya una televisión encendida y, en pantalla, una competición ciclista. Bélgica también acoge muchas de las carreras de bicicletas más famosas del mundo, como el Tour de Flandes y Liege-Bastogne-Liege. Todo entusiasta del ciclismo conoce el Tour de Flandes, con sus adoquines y sus subidas cortas y pronunciadas. Una carrera con 25 000 vueltas y cien veces más espectadores. Allí se escucha el conocido "Rodaniaaaaaa" sintonizado a kilómetros de distancia y procedente de un coche a toda velocidad que lidera la carrera.
Así, las carreras de bicicletas de Bélgica tienen un enorme impacto no solo en la industria mundial del ciclismo, sino también en la rica cultura y el encanto de las carreras de bicicletas de este país. ¿Quién no ha escuchado alguna vez que los locutores de carreras francesas o inglesas intentan una y otra vez (y fracasan siempre al hacerlo) pronunciar “Omloop”? O el inglés incorpora partes como "cobbles & bergs” en su repertorio. En cuanto a los ciclistas de todo el mundo, muchos de ellos inevitablemente acaban cayendo en las redes del ciclismo belga. Sueñan con estar entre “barro, salchichas y cerveza” (presentes en cada carrera) y con participar un día en una Kermesse o competir en un ciclocrós durante la época navideña.
La pasión por el legado ciclista y la cultura belga también impregna fuertemente la industria textil dedicada al ciclismo Muchas marcas fuera de Bélgica incorporan regularmente el tricolor belga o el patrón nacional de punto tricolor belga en algunos de sus artículos. Algunas casas incluso llegan a utilizarlo para el logotipo de su empresa. Sin embargo, por supuesto, nada iguala la belleza (y el significado) del verdadero jersey nacional belga y las rayas que lo adornan.
En resumen, Bélgica es un país donde el fútbol puede ser el rey, ¡pero el ciclismo es el gran emperador! Se trata de una tierra en la que sus ciudadanos ni siquiera pueden imaginarse cuatro meses sin carreras de bicicletas, como se demuestra con la adoración que demuestran cada invierno por el ciclocrós.
Bélgica
Todos nuestros empleados de Ridley crecieron en este pequeño país. Somos una familia con gran pasión por las carreras de bicicletas. El primero de todos, nuestro CEO, que respiró desde la cuna el ambiente del mundo de la competición ciclista. De adolescente, participó en carreras juveniles mientras soñaba con convertirse en el próximo Criquielion, Planckaert o Vanderaerden. Aunque no llegó a lo más alto sobre la bici, ¡sí lo hizo de su mano!
Desde 2002, Ridley patrocina a equipos belgas, tanto en ciclocrós como en carretera. Desde este año tan crucial, casi todos los ciclistas de ciclocrós han pedaleado sobre una Ridley. Este deporte nacional del ciclocrós, de hecho, nos ha permitido conocer mucho más sobre la conducción agresiva y la aceleración que cualquier otra disciplina ciclista.
Con el paso de los años, Ridley ha ido creciendo junto con su equipo patrocinado de ciclismo profesional Lotto Soudal. Grandes pilotos como Robbie McEwen, Joaquim Rodriguez, Cadel Evans, André Greipel, Tim Wellens y Caleb Ewan nos han retado a no dejar de evolucionar y crecer.
Sin embargo, siempre nos hemos mantenido fieles a nuestro pequeño país belga. En nuestra sede de Flandes seguimos trabajando en la fabricación de una nueva bicicleta. Las bicicletas más bonitas siguen siendo las que se pintan y montan a diario en la misma fábrica de Limburg de siempre.
También enviamos cada mes a nuestros profesionales y testers a pedalear sobre los peores adoquines de Bélgica y las subidas más pronunciadas. Carreteras rurales pequeñas, frenado, aceleración, baches y aceleración total en esa especie de asfalto inesperado y perfecto. Lluvia, viento, frío y a veces algún rayo de sol. No hay mejor pista de pruebas que las carreteras de Bélgica.
Nuestra Bélgica.